22 de Mayo de 2015 | Marketing

Conquistar a través de los cinco sentidos

El "click" del juguete Rasti es mencionado en esta nota como un ejemplo de marketing sensorial. Leé las 5 claves que propone esta nota.


1 Vista.
Juan Pablo Manzouli, director de Marketing de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA, sostiene que, por su impacto, el visual es el sentido más relevante, pero hay que darle consistencia. "Aplica sobre el diseño de packaging, publicidad, señalética, colorimetría de producto, diseño de tienda, web y uso de la luz en el espacio de consumo, entre otros", aporta Sebastián Paschmann, consultor de Marketing y Comunicación. "La nitidez de las formas es un atractivo que conlleva un problema inevitable: la sobreexposición. Apartarse de la polución comunicacional puede ser una estrategia convincente", recomienda Eduardo Martínez, profesor de la Licenciatura en Comercialización de UADE.

2 Oído.
"En la experiencia de compra en tienda, activaciones promocionales, publicidad, packaging y momentos de consumo, como el ‘click’ en un juego de Rasti, aplica este sentido", según Paschmann. "O, a la inversa, cuando un producto que haga ‘ruido’ quizás pueda dar sensación de mala calidad", agrega. Para Manzouli, lo auditivo acompaña lo visual, tanto a través de una melodía que acompañe al huésped de un hostal hasta un consumidor en un café. Otra opción es dejar una radio de fondo, siempre atento a que el sonido no resulte molesto. A su vez, con plataformas como Spotify, se puede evitar caer en lo estereotipado.

3 Tacto.
"Estimular la exhibición de proximidad hacia el objeto en el punto de venta. Abolido el viejo mandato de ‘se mira y no se toca’ las marcas abren camino a que las personas toquen los objetos con sus propias manos y efectúen sus evaluaciones con su propia experiencia", señala Martínez. "Este sentido se lleva el tercer lugar de importancia porque el consumidor, en la medida de lo posible, va a manipular el producto. El packaging es fundamental", asegura Manzouli y aporta ejemplos. "En las papas fritas, los envases suelen ser suaves y, a su vez, generan un ruido asociado a crocancia, es decir, el sonido acompaña. Una botella puede tener una rugosidad tal para que se asocie a un producto con alta graduación alcohólica. Por otra parte, un bar clásico nunca puede servir el café en un vaso de tergopol, porque la taza de cerámica te remite a algo más intenso, más fuerte al paladar".

4 Olfato.
Es el sentido más intenso. Las marcas reaccionan y ahora enfocan sus acciones en aromatizar sus locales. "Hay medios que permitan soportar aromas (principalmente, gráficos). También podría llevar la experiencia al packaging, tanto envase como embalaje, ya sea para la prueba en punto de venta, como parte de la experiencia de consumo", aporta Paschmann. Tuvo gran auge en los últimos años porque la fragancia remite a algo que ya sucedió, como puede ser el aroma de una sopa. Pero la sobre odorización puede jugar en contra, advierte Manzouli.

5 Gusto.
"Está más vinculado a las pymes alimenticias o de bebidas. Pero cuando un producto llega al paladar, ya está condicionado por el efecto de los otros sentidos y sólo si el sabor es muy desagradable, el consumidor lo va a rechazar", sostiene Manzouli. "Es valorado ofrecer un bombón en una joyería, compartir un café en la venta de un reloj o cerrar una negociación inmobiliaria con una copa de buen vino", cierra Martínez con otra estrategia.
Facundo Sonatti

Fuente: Cronista.com

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