12 de Junio de 2012 | Notas

Decisiones en la Pyme Familiar

Como se toman decisiones en la empresa familiar, que factores influyen? Podemos decir, que según como se combinen dichos ingredientes, resultaran en consecuencias que mejoren los resultados, o que inhiban el crecimiento en el tiempo. Presento un simple ejemplo a partir del cual revisar ciertas cuestiones, con el objeto de colaborar en el tema.


Como se toman decisiones en la empresa familiar, que factores influyen? Podemos decir, que según como se combinen dichos ingredientes, resultaran en consecuencias que mejoren los resultados, o que inhiban el crecimiento en el tiempo. Presento un simple ejemplo a partir del cual revisar ciertas cuestiones, con el objeto de colaborar en el tema.

En vísperas de tomar personal para el área de compras, miembros de la familia empresaria, y personal del staff, analizan las diferentes opciones. Se trata de un rol a desempeñar por primera vez en la vida de la empresa.

Escena 1: el padre recomienda contratar una persona full time, en virtud del grado de diversificación en la cartera de productos y servicios, más otras tareas en las que podría colaborar, de orden administrativo. Además, recomienda buscar hombres, por el tipo de actividades físicas involucradas en el control de stock. Parte del staff coincide con su propuesta, argumentando ventajas a favor.

Escena 2: el hijo propone buscar alguien de sexo femenino, minimizando cuestiones de esfuerzos físicos requeridos. A su vez, sugiere comenzar con un horario de medio día, dado lo novedoso del cargo para la empresa, buscando priorizar que se ocupe solo de tareas de compras. Parte del staff coincide con su propuesta, argumentando ventajas a favor.

Escena 3: en una reunión donde participan parte de la familia y el staff, se plantea lo siguiente: “sigamos adelante con la propuesta que hizo “EL”. Es preferible no oponerse, si no después vamos a tener problemas, lo va a contradecir en todo”. Los presentes aprueban.

Decisión final: se hace lo que “EL” propuso.

Esta breve historia, basada en hechos reales, muestra una manera de tomar decisiones en la empresa familiar. Podemos sacar diversas conclusiones de esta sencilla anécdota, que pueden servir para pensar como gestionamos.

  • La razón y la emoción: según escuchamos, la racionalidad debe primar en la gestión de negocios. Sin embargo, de modo cotidiano vemos como los sentimientos y emociones orientan las decisiones, más de lo que imaginamos. Lo importante es no pretender que el manejo de las variables en la pyme familiar sean producto de análisis fríos y despojados de subjetividad, sino saber que ella está siempre presente, y poder darle el lugar que merece. Hace poco, una empresa suspendió un encuentro de representantes, porque un miembro se consideró ofendido por una respuesta. Se puede lograr que los impulsos personales no definan decisiones? La razón aporta el objetivo, la finalidad, la emoción la energía. Lo que se puede es aprender de la experiencia, buscar un equilibrio siempre inestable, y lograr mejorar en los análisis y definiciones para la acción.
  •  El costo beneficio: en la vida en general, lo que es bueno para uno puede no serlo para otro. Depende de la evaluación personal y los sistemas de creencias. En la empresa, toda decisión es una oportunidad de mejorar la relación costo beneficio. Sin embargo, sin darnos cuenta, se tiende a mezclar lo que representa un beneficio para la empresa, con la visión individual, y se defiende posturas más allá de lo que puede ser útil para los negocios. En ese sentido, es importante preguntarse: que le conviene a la familia, y que le conviene a la empresa? Que visión tienen los miembros no familiares, que no están comprometidos emocionalmente como los familiares? Decidir para “darle le gusto al otro”, puede significar dejar de ser sustentables en el tiempo. Imaginemos: hacerle el gusto a alguien puede ser, por ejemplo, que cada uno desarrolle su propia línea de productos. Sin embargo, se pierde de vista lo que le conviene a la empresa. El negocio, si lo tironean, se rompe, como un elástico: solo tolera hasta cierta tensión.

 

  • El poder: muchas veces, las posturas que se presentan opuestas e irreconciliables, nacen más por disputas de poder, que de análisis que integran las diferentes visiones. Por lo tanto, se generan círculos viciosos de discusiones donde ya no importa buscar soluciones y acuerdos mínimos, si no “ganar” en las diferencias de opinión. El amor propio se impone a los requerimientos del negocio, se pierde la perspectiva de lo que la empresa requiere, y la rentabilidad sufre la verdadera derrota. Es bueno darse cuenta en el momento que esta situación se produce, para no profundizarla, detener los enfrentamientos innecesarios, y como dije, enfocarse en la búsqueda de soluciones y acuerdos básicos, que preserven la vida de negocios y las relaciones en la familia empresaria.

 

  • Los ámbitos de discusión: de que sirve discutir los temas de empresa y los de familia en cualquier lugar? Es útil su tratamiento con la presencia de participantes que no pertenecen al equipo que refiere el tema? Es importante definir los espacios físicos en los cuales se va a debatir, y no mezclar dichos ámbitos. Para preservar a la familia empresaria y a los miembros no familiares en la toma de decisión, se requiere fijar estos espacios físicos diferenciados y respetarlos. De este modo vamos a colaborar en mejorar la comunicación, y no usar cualquier lugar para abordar las diferencias y conflictos naturales en el desarrollo empresario. El delicado equilibrio familia-empresa necesita que lo ayudemos definiendo lugares específicos, en los que compartir y abordar los asuntos de cada uno. De este modo, no transformaremos un almuerzo familiar en una discusión de empresa, y una reunión de staff, en la que tomar decisiones, en una situación donde dirimimos cuestiones de familia.

 

  • Manejo de reuniones: parece un tema menor, pero es central. Se refiere a como se aborda cada reunión para tomar decisiones, quien la coordina, que métodos se usan para hacerlas eficientes, que registro hacemos de las diferentes conclusiones y decisiones, así como de los próximos pasos a seguir y los responsables de los mismos. Muchas veces los esfuerzos y propuestas se anulan, por fallar en la gestión de estos momentos de trabajo. No pueden quedar librados al azar. Se minimiza la necesidad de aplicación de herramientas y técnicas para hacer de las reuniones algo productivo para la empresa, y así potenciar de modo positivo las decisiones. Cuando un encuentro desgasta, aburre, promueve simples monólogos, se genera desaliento y desinterés de parte de los diferentes miembros, privando así de la energía necesaria para la continuidad de la vida empresaria.

 

  • Medir resultados: más allá de cual sea la mejor decisión, de los acuerdos o desacuerdos implicados, de los desgastes propios de cada debate, es imprescindible la gimnasia de medir resultados. Eso quiere decir, sacar conclusiones respecto de la decisión que ponemos en marcha, y medir sus efectos. Este es el único modo de avanzar, aprender y madurar en la capacidad interna de decidir, para ser más efectivos en el día a día.


Para concluir, quiero resaltar que no se trata de encontrar modelos ideales de funcionamiento, si no que cada familia empresaria debe buscar de modo permanente el esquema de pensamiento y gestión que más le conviene, aprendiendo de la experiencia, y así promover un crecimiento sustentable en el que las diferentes generaciones y miembros de la empresa encuentren un lugar en que desarrollarse y crecer.

Lic. Nestor Rabinovich
rabinovichnestor@gmail.com
www.rabinovichasesor.com.ar

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