Tres ex compañeros del secundario se asociaron para dar vida a capitulos animados que son furor en YouTube. Inviertieron US$ 100.000 y van por más. Al igual que Angry Birds y Galinha Pintadinha, los creadores de Toobys tienen planes de expansión para estar muy pronto también en las jugueterías.
Emanuel Goldschmidt, Andrés Laniado y Fernando Abdala (todos de 38 años) detectaron, casi sin darse cuenta, que la oferta de contenido audiovisual educativo en Internet para menores de cinco años era y sigue siendo escaso. Estudiaron el mercado y dieron en la tecla. Desde que comenzaron a desarrollar capítulos de Toobys para su canal en YouTube, generaron un boom de consumo con sus productos originales: 5,5 millones de reproducciones o 10 millones de minutos, el equivalente a casi 20 años de “tiempo visto”.
Con una vasta experiencia en el desarrollo de aplicaciones digitales para dispositivos móviles e Internet, con conocimiento en publicidad digital y en la creación de videos multimedia, los tres emprendedores supieron aprovechar una oportunidad única generada por esa demanda poco satisfecha. En marzo de 2013 comenzaron a planificar lo que hoy se convirtió en un emprendimiento exitoso.
Hicieron una “vaquita” y sacaron de sus bolsillos la inversión inicial: US$ 100.000 para crear los primeros 41 capítulos de Toobys, de dos minutos y medio de duración cada uno, y en español.
Las producciones multimedia que el usuario promedio consume gratuitamente en Internet (YouTube) están especialmente diseñadas para educar a bebés y a pequeños de hasta cinco años. “La idea es que aprendan los colores, los números, que no sea puro entretenimiento”, dice Goldschmidt, CEO de Vid- Club, empresa propietaria de la marca Toobys.
Según cuentan los socios, es muy importante que el contenido sea relevante para los consumidores justamente porque eso es lo que permite que el contenido integre una selecta lista de lo más vistos en YouTube, la mayor plataforma online de videos del mundo que suma por minuto 100 horas de material para reproducir en decenas de idiomas.
En este momento, el canal de Toobys tiene 10.000 suscriptores. La empresa madre, VidClub, sobrevive con ingresos que percibe mensualmente de la comercialización de publicidad que concreta YouTube. “Elegimos monetizar nuestro contenido y cada vez que ingresa un anunciante vía True- View, Banners u Overlays nos pagan el 55% de lo que se facture”, explica Goldschmidt, que estudió Marketing en la UCES.
Aunque por el momento esa sea la única forma de ingresos del emprendimiento, los socios tienen en carpeta varios proyectos para comercializar sus creaciones que les demandan mucha inversión y trabajo. Abdala, director creativo de VidClub, encargado de la realización de los videos, comenta que el licenciamiento del contenido para otros usos podría ser el primer paso para expandir Toobys en los próximos meses. Este emprendedor nato, licenciado en Comunicación, es además dueño de la productora
Cubo Mágico, la usina creativa de donde sale este material que el público consume en YouTube. “Estamos siguiendo el camino de marcas de contenido para chicos que nacieron online y luego tuvieron éxito comercial offline. Angry Birds y Galinha Pintadinha son dos ejemplos claros de lo que queremos hacer”, agrega Abdala.
El contenido podría licenciarse a entrepreneurs que estén desarrollando aplicaciones para dispositivos móviles y necesiten video multimedia como los de Toobys, para crear películas u obras de teatro, para fabricar productos.
“La idea es que quien compre la licencia tenga solo un permiso de uso de los derechos de la marca, pero nosotros seguimos siendo los dueños. Estos videos fueron diseñados para poder utilizarse en cualquier formato, tanto online como offline”, dice Goldschmidt, que reconoce que ya está en conversaciones con algunos proveedores.
Laniado, director comercial y financiero de la firma, administrador de empresas de profesión, coincide con su socio. Según enumera, en los planes para los próximos meses no solo está el licenciamiento, sino que además esperan cerrar acuerdos de merchandising con fabricantes nacionales de este tipo de artículos y juguetes; y crear aplicaciones que incluyan el contenido, como libros interactivos.
“Estamos en el desarrollo de nuestro primer e-book interactivo, que se comercializará para las plataformas Android, iOS y Kindle”, adelanta Laniado.
Abdala está justamente trabajando en ese proyecto, que espera tener listo el año que viene. “La idea es que el libro les lea a los chicos, que permita que ellos jueguen. Y, en línea con eso, vamos a desarrollar una aplicación que tenga juegos integrados”, dice el creativo.
A pesar de que Goldschmidt y Laniado comenzaron su carrera fundando una empresa de avisos digitales, Dream Ad –que vendieron a la israelí Cydoor en 2009–, dicen que no van a vender publicidad embebida en sus aplicaciones. No quieren que los chicos accedan por error a contenido que no deberían ver o consumir. “Es por seguridad”, dicen.
VidClub, que cumplirá un año recién en septiembre, espera facturar unos US$ 100.000 durante el primer año operativo, lo mismo que invirtió. Todo lo que venga después será ganancia.
Ver el canal de YouTube de Toobys
Por Julieta Tarrés
Fuente: Forbes Argentina
Título original: Lo que los Chicos Quieren