En diálogo con El Intransigente, Carlos Restaino, director de AADEJA explicó por qué no estarán presentes en los días de cambios de reglas que pedirá al Gobierno
En medio de la caída de la demanda del consumo, el sector del mercado juguetero tiene buenas proyecciones para las ventas de fin de año y mira con indiferencia el servicio de "puerta a puerta” que irrumpió recientemente en la escena local. En diálogo con El Intransigente, Carlos Restaino, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Empresas de Juguetes y Afines (AADEJA), explicó por qué no estarán presentes en los días de descuentos en la web y los cambios de reglas que pedirá al Gobierno en los próximos meses.
Es un año de fuerte caída del consumo ¿qué perspectivas de ventas tienen para las Fiestas?
Somos muy optimistas sobre la próxima Navidad, esperamos una buena temporada tanto en cantidades como en facturación. Va a haber una mayor disponibilidad de productos. Debo aclarar que el sector de los juguetes no está aislado de lo que sucede en el resto de los sectores. Si bien tuvimos un Día del Niño auspicioso con ventas que superaron las del año pasado, fuera de esa fecha registramos una menor demanda de productos. Hay que recordar que se trata de un sector particular en el 70% de las ventas del año están concentradas en el ese día y las Fiestas de fin de año pero habrá una gran variedad de juguetes para ofrecer.
¿Eso se debe a un aumento de los productos importados?
Por nuestra parte pueden importar todo lo que quieran. Hay un buen diálogo con la Secretaría de Comercio, en un mercado en el que el 35 ó 40% es de producción local, la mayoría empresas familiares y pyme y el resto es importado. Nosotros queremos que en adelante se pueda revertir la tendencia por la que se permite importar a las grandes superficies en detrimento de las jugueterías. Mientras que en 2002 el 60% de la importación correspondía a los comercios más chicos, esa porción hoy llega al 20% y el resto es autorizado a las grandes cadenas. La gestión anterior no nos explicó motivos y nosotros entendemos que no hay nada que impida revertir esta situación.
¿Creen que la llegada del "puerta a puerta” complicará a los jugueteros?
Pensamos no nos va a golpear como sí se espera que pase en otros segmentos. Es un esquema que está presente en todo el mundo y está bien aceptarlo y adaptarse, pero no esperamos un impacto negativo. La particularidad es que se trata de productos muy segmentados, donde muchas veces se requiere asesoramiento por parte del comercio. También un punto importante es que la mayoría de las veces, los compradores prefieren tocar los juguetes, asegurarse de que tengan las condiciones apropiadas, sean seguros, y cumplan con las normas de calidad.
Los juguetes están fuera de las plataformas de ventas on-line. ¿Ustedes reniegan del e-commerce?
Este no es un segmento que haya incorporado en forma masiva el uso de plataformas web para la venta directa, salvo en los casos de las grandes empresas. Y no tenemos en agenda sumarnos a las fechas de descuento para compras a través de Internet.
¿Por qué no?
Creemos que es una buena herramienta para sectores con mayores márgenes de ganancia que, ante la fuerte caía de la demanda, aumentaron las fechas de descuentos. Nuevamente aquí pesa mucho esta característica de que a la gente le gusta revisar los juguetes antes de comprarlos.
El plan Ahora 12 se renovó hasta enero. ¿Qué tan dependiente es el sector de este programa?
Ayudó mucho y, si bien no tenemos cifras sobre cuánto se financia, los comercios nos transmiten que ayuda a las ventas, en especial porque tuvo continuidad a lo largo del año. Como el próximo vencimiento es en el arranque de 2017, vamos a pedir que lo renueven pero que también se amplíe a la compra de juguetes del exterior, que mueve gran parte de las operaciones de revendedores locales.
Fuente: El Intransigente