El marketing, arte o ciencia de satisfacer las necesidades de los clientes y obtener ganancias al mismo tiempo, debe estar presente en toda la empresa hoy más que nunca, signado por tiempos donde la competencia es más agresiva y se generan nuevos canales de comunicación.
En el caso ideal, el marketing se vuelve una filosofía de negocios donde todas las áreas (y no sólo la de marketing) son conscientes de que deben responder a las auténticas necesidades de los clientes y consumidores. Por tal motivo, es fundamental que todos los empleados de la empresa conozcan los fundamentos del marketing, de modo de hacer frente a los nuevos retos comerciales.
El marketing involucra estrategias de mercado, de ventas, busca fidelizar clientes mediante herramientas y estrategias, posiciona en la mente del consumidor un producto y marca, busca que los consumidores tengan una visión y opinión positivas, gestiona el producto, su precio, la propia publicidad en diversos medios y soportes, la presencia en los medios de comunicación (relaciones públicas), etc.
El marketing parte del análisis de las necesidades, deseos y demanda: la necesidad es un estado interno de tensión provocado cuando no existe un equilibrio entre lo requerido y lo que se tiene o posee. En ocasiones, cuando las necesidades se traducen o enuncian en objetos específicos nos encontramos con los deseos, es decir, los deseos son necesidades orientadas hacia satisfactores específicos para el individuo.
La demanda es el deseo de adquirir un producto, pero con el agregado de que se tiene que tener la capacidad de adquirirlo (económica, de acceso, legal). Dado que los deseos están vinculados a la psique de los individuos, son también potencialmente infinitos.
Sin embargo, el marketing no crea las necesidades, pues estas son inherentes a las personas, el marketing orienta los deseos y estimula la demanda de determinado producto y marca.
Proceso de marketing
Primera fase, marketing estratégico: Antes de producir un artículo u ofrecer algún servicio, la dirección debe analizar las oportunidades que ofrece el mercado; es decir, cuáles son los consumidores a los que se quiere atender (mercado meta), qué capacidad de compra tendrían a la hora de adquirir el producto o servicio, y si éste responde a sus necesidades.
Además, también tienen que detectar cuáles son sus posibles competidores, qué productos están ofreciendo y cuál es su política de marketing, cuales son los productos sustitutos y complementarios ofrecidos en el mercado, las noticias y probabilidades respecto al ingreso de nuevos competidores y los posibles proveedores.
También deben realizar un análisis interno de la empresa para determinar si realmente cuenta con los recursos necesarios, si dispone de personal suficiente y calificado, si posee el capital requerido, etc., y se debe analizar qué política de distribución es la más adecuada para que el producto o servicio llegue al consumidor.
Con todos los datos, se fijan los objetivos, se marcan las directrices para alcanzarlos, determina a qué clientes se quiere dirigir y se materializa en la creación de una propuesta de valor, donde la empresa configura óptimamente su oferta, enfocándola a su grupo meta a través de un proceso adecuado de segmentación de mercado.
Segunda fase, marketing mix: El marketing mix son las herramientas que utiliza la empresa para implantar las estrategias de Marketing y alcanzar los objetivos establecidos. Su función primordial es la satisfacción del cliente (potencial o actual) mediante las cuales pretende diseñar el producto, establecer precios, elegir los canales de distribución y las técnicas de comunicación más adecuadas.
Tercera fase, el momento de la verdad: toda política de marketing se valida en su momento de la verdad, o sea, se debe plasmar en acciones que se traduzcan en ventas acordes a los objetivos de la empresa.
La organización de la compañía en un buen cuerpo de ventas, requiere de implementar las fórmulas más adecuadas y prácticas aplicables para determinar la estructura y funcionamiento de Equipos de Ventas en función del producto, tamaño y perfil de la clientela a atender.
La Conducción de los equipos de venta requiere de técnicas para liderar y conducir vendedores, usando para ello de métodos de motivación, capacitación y entrenamiento, y también de la planificación de la operatoria, lo que requiere de programación de visitas y contactos, técnicas de entrevistas, de discurso y de cierre de operaciones.
Cuarta fase, control: supone establecer aquellos mecanismos de retroalimentación y evaluación con los que se puede comprobar el grado de cumplimiento de los objetivos y establecer las correcciones a las que haya lugar.
Por Luciano Corbella (*)
lucianocorbella@hotmail.com
(*) Luciano Corbella es licenciado en administración de empresas con amplia experiencia en marketing, estrategia y desarrollo de negocios.
Es asesor en la creación, puesta en marcha y gestión de nuevos negocios, el diseño e implementación de estrategias de marketing, y en el desarrollo de nuevos productos y servicios.
Ha brindado sus servicios profesionales a empresas de los rubros de la educación, sector gubernamental, sector bancario y financiero.
Es Profesor de Comunicación, Publicidad y Marketing, y columnista en prestigiosas revistas de negocios, disertante en encuentros empresarios y en programas televisivos.