Contenido REVISTA GESTIÓN Disputas, intrigas, querellas judiciales y hasta asesinatos. Las guerras intestinas de las sociedades de familia pueden destruirlo todo. Un repaso por diversos casos brinda algunas lecciones para actuar a tiempo.
Por Nigel Nicholso
Algunas familias han aprendido a explotar de manera positiva los lazos que las unen, y fundaron empresas con culturas de lealtad e intimidad que resultaron muy fructíferas. Otras fueron incapaces de dominar las luchas intestinas entre algunos miembros del clan, y los conflictos terminaron convirtiéndose en guerras de sangre de las que nadie salió indemne. Tras un recorrido por las oscuras tramas que conforman las historias de algunos de los emporios familiares más famosos —como Adidas,Guiness, Ford, Hyatt—, el autor de Family Wars demuestra que, la mayoría de las veces, las batallas y sus consecuencias son evitables.