11 de Septiembre de 2013 | Notas

Circulo rojo en las empresas

Es comentario en estos días conceptos referidos al “circulo rojo”. No hay pretensión en este artículo de referirme al origen de dicha frase, ni a los comentarios a los que se hizo referencia. Simplemente pretendo hacer alusión a posibles significados en la vida empresaria, haciendo una interpretación absolutamente libre y personal a la frase utilizada.


Si el circulo rojo alude a un grupo especial, casi de elite, altamente informado y que concentra decisiones e influencias en el poder, me pregunto como se aplica, en los tiempos que vivimos, dicha definición, a las empresas. Puede haber, dentro del contexto de negocios actual, círculos como los descriptos? Es bueno? Aporta beneficio, o son mas los problemas que conlleva?

Veamos algunos puntos, y su abordaje hoy.

 

  • El poder y las jerarquías: los conceptos tradicionales de poder se encuentran en crisis. El poder y la jerarquía, en la empresa, se supone existen para el logro de objetivos, siempre asociados al crecimiento y logro de utilidad del negocio. Sin embargo, el esquema tradicional, con los típicos organigramas, con mando dibujados para expresar las relaciones jerárquicas, no son expresión de los circuitos reales de comunicación. Las redes informales, los liderazgos situacionales, lo que hoy se llama redarquía, son los modelos que comienzan a tener preponderancia. De tal manera que el esquema clásico de relación de poder y toma de decisión, se encuentran en crisis. No podemos dirigir al estilo antiguo, las personas no responden, las motivaciones y sistemas de delegación cambian, acompañando los nuevos paradigmas.

 

  • La información y el conocimiento: la gestión del conocimiento es un activo, que equivale a la ventaja competitiva de años atrás. En caso contrario, siempre estamos como empezando de nuevo. Si esa información está concentrada en pocas manos, más allá de la reserva y privacidad  necesaria, la capacidad de gestión se ve concentrada en pocos. El saber se encuentra repartido en las diferentes estructuras, y hoy día se necesita ampliar y compartir de otro modo el conocimiento para la mayor efectividad.

 

  • La rentabilidad: ganar plata no es cosa de unos pocos iluminados, si no justamente de la motivación de muchos por aportar ideas e innovación. La creatividad, fuente de lo nuevo, es la usina generadora, y si se concentra en pocos, la empresa pierde la riqueza que todos pueden aportar, y que se necesita para que la empresa genere utilidad. Inclusive hay que saber aprovechar las redes para obtener información y colaboración de otros interesados, que redunda en mejoras del negocio, ya sea en la gestión cotidiana, como en innovaciones que aporten lo diferente para crecer.

 

  • Las nuevas generaciones: mucho se habla del tema. Pero hay algo central, las nuevas generaciones vienen con modelos personales, expectativas, motivaciones, sentido del trabajo y vida privada muy diferentes. Son contrapuestos al modelo de “circulo rojo” de ejercicio de poder, mando, comunicación, característico en gran parte de nuestras empresas. Para su incorporación plena, y aprovechamiento de sus aportes, debemos revisar los esquemas habituales.

 

  • La familia y el “circulo rojo”: es habitual que la familia que se desempeña en la empresa, se abroquele, forme círculos cerrados. En ese sentido, pierde la oportunidad de nutrirse en dos vías, por un lado, lo familiares que no trabajan y podrían efectuar aportes significativos, y por otro, el de los empleados no familiares, que con su visión menos comprometida emocionalmente, pueden brindar una orientación mas objetiva al negocio, potenciando los aspectos mas específicos que hacen al crecimiento, y menos influenciados por los conflictos internos de la familia empresaria.

Néstor Rabinovich

www.rabinovichasesor.com.ar

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