Cuando se habla de planificación de la sucesión, la primera pregunta que surge es: ¿Cuándo se debe comenzar a preparar un plan de sucesión? En general se piensa que hay que hacerlo un poco antes de la fecha del retiro o simplemente cuando uno esta acercándose a la tercera edad. Pero en realidad la mayoría de los fundadores no se plantea la necesidad de considerar un plan de sucesión hasta que por alguna circunstancia (enfermedad o muerte de algún familiar o amigo) se da cuenta que, pese a sentirse joven, ya no lo es.
El error más común para determinar el comienzo de la planificación es que habitualmente la atención se concentra en la edad del fundador olvidando considerar la edad y estado de preparación de la nueva generación. Si sólo se piensa en preparar el retiro del fundador, en un momento dado, uno puede encontrarse con que los sucesores no quieren o no pueden asumir la responsabilidad de sucederlo. A los sucesores no sólo hay que educarlos y formarlos sino también transmitirles todos los conocimientos del fundador respecto del negocio y la empresa, cuestión esta última que se logra casi exclusivamente a través del trabajo conjunto durante algún tiempo.
Podría decirse que existen tres hechos diferentes que pueden ser disparadores de la planificación de la sucesión: la muerte, la incapacidad o el retiro del fundador.
Muchos empresarios creen que no es necesario preparar un plan de sucesión sino hasta el momento en que se encuentre bien entrado en años. ¡Grave error! En realidad como mínimo, el plan de sucesión debería estar listo para implementarse el día antes de la muerte del fundador. Consecuentemente, si usted me pregunta cuanto tiempo antes debe comenzar a prepararlo, le responderé: dígame qué día se va a morir y yo podré decirle cuanto tiempo antes debe comenzar a planificar su sucesión. Obviamente usted no puede saberlo, puede ser dentro de 20 años, 20 días o 20 minutos. La respuesta entonces es obvia: ahora.
Usted puede tener un poco más de tiempo en el caso de una incapacidad. Dependiendo del tipo y gravedad de la incapacidad, tal vez pueda tener la posibilidad de conducir el proceso de planificación. Pero igual que el supuesto anterior, usted tampoco sabrá cuando será el momento oportuno para iniciar la planificación, ya que desconoce cuando comenzará el proceso de su incapacidad.
En consecuencia, el inicio de la planificación de la sucesión no debería estar ligado a su edad sino más bien a los hechos que probablemente pueden desencadenar la necesidad o conveniencia de una sucesión.
Aunque usted tenga un plan provisorio de sucesión, para el caso de su muerte prematura o una incapacidad mientras todavía es joven, aún así esos planes pueden y deben ser cambiados y ajustados a medida que la siguiente generación madura y las circunstancias de la familia cambian.
Para llevar a cabo con éxito un plan de sucesión, no solo hay que trabajar sobre el fundador y sus descendientes, sino también hay que hacerlo con el personal de la empresa, sus principales clientes y proveedores. Esto lleva más tiempo y es más complicado.
El paso más importante que usted debe dar cuando comience a pensar en su sucesión, es elegir una fecha determinada para su retiro. No importa que para esa fecha falten cinco o diez años. Tampoco me refiero a establecer un plazo tipo “de aquí a cinco años”, que es lo que más se estila decir en estos casos; sino que hay que elegir un día, un mes y un año, en el que usted intentará dejar la empresa. Esto le ayudará a asumir y trabajar sobre la posibilidad de su sucesión.
Una vez elegida esa fecha, podrá planificar hacia atrás todos los pasos que deberá dar para cumplirla. Pregúntese qué cosas debe hacer el próximo año y los siguientes para tener preparada su sucesión y poder retirarse. Posiblemente se dará cuenta que debe acelerar la formación de sus posibles sucesores para que estén debidamente preparados cuando llegue la fecha de su retiro.
Seguidamente prepare una lista de todas sus funciones y responsabilidades. Agregue un detalle de sus tareas y luego determine cuales de todas ellas serán más difíciles de asumir por otra persona.
Luego, entre los posibles candidatos a sucederle, determine quienes reúnen las mejores condiciones para asumir esas funciones, responsabilidades y tareas. Luego pregúntese si para la fecha de su retiro habrán adquirido las capacidades y experiencias necesarias.
La siguiente cuestión será determinar si tiene arreglada su seguridad económica para cuando se retire. Tenga en cuenta que su futuro económico es una parte importante del plan de sucesión.
Una fecha adecuada para su retiro es aquella que le permite contar con el tiempo necesario para formar a la siguiente generación y preparar su seguridad económica.
Para terminar, algunas cuestiones sobre las que lo invito a reflexionar. ¿Cuándo dar a conocer que está preparando el plan de su sucesión? ¿Qué cree que sucedería con sus gerentes, empleados, principales clientes y proveedores si les comunica su plan de retirarse con tan sólo unos meses de anticipación? ¿Qué será mejor para su familia, empresa, clientes y proveedores?
Fuente: http://www.tuempresafamiliar.com