El experto en educación y nuevas tecnologías Manuel Area afirma que la exposición a la tecnología no dismiuye el deseo de los niños y niñas hacia los juguetes tradicionales o electrónicos.
Los niños de hoy en día han nacido en un entorno digital marcado por las TIC. Esto da pie a una serie de consecuencias en sus acciones y preferencias. Por ejemplo, los informes señalan que se está produciendo un incremento de la cantidad de tiempo que los niños pasan con tecnologías digitales (el smartphone, la tableta o un ordenador) pero que, en cambio, el consumo de la televisión cada vez es menor. Esto significa que el tiempo de interacción con dispositivos digitales aumenta. Es por este motivo que las empresas jugueteras están apostando fuerte por estos canales de difusión, ya que se han convertido en la forma más efectiva de llegar a sus clientes potenciales: el segmento infantil.
Sin embargo, el auge en la utilización de las nuevas tecnologías en los consumidores más pequeños desemboca en una pregunta: ¿cómo repercute en sus hábitos de juego? Aunque, a priori, podemos pensar que los dispositivos tecnológicos están desbancando a los juguetes tradicionales, el experto en educación y nuevas tecnologías Manuel Area afirma que “los niños y niñas están predispuestos permanentemente al juego y, por ello, la exposición a la tecnología digital no dismiuye su deseo de jugar con juguetes tradicionales o electrónicos”. Así, efectivamente, confirma que “se disminuye el tiempo de visualización del aparato televisivo pero se mantiene el de los juguetes tangibles”.
Los pros y contras de la utilización de las TIC
Según el experto, la tecnología digital es un fenómeno indispensable de la sociedad actual y desde los primeros años debemos educarlos en las formas culturales y con las tecnologías de la época que nos toca vivir. Entre sus beneficios cabe destacar que las TIC proporcionan estímulos multimedia de gran potencialidad cognitiva y, a la vez, ayudan a familiarizar a los niños con las máquinas y a la resolución de retos.
Sin embargo, como en todos los aspectos de la vida, su uso excesivo podría desencadenar graves problemas. Muchos de ellos ya se están experimentando en la actualidad. Así, en ocasiones, los niños presentan una fijación alarmante ante los dispositivos digitales, dejando de lado su interacción con su entorno. Por este motivo, el experto en educación y nuevas tecnologías, Manuel Area, nos explica que es necesario cierto control parental.
“El principal peligro es que, con los años, el uso excesivo y continuado de la tecnología pueda generar en algunos sujetos dependencia psicológica, de modo que, si no están utilizándola, se sientan incómodos, desasosegados y perdidos”, apunta. En segundo lugar, destaca las dificultades de socialización que pueden derivar en estos casos: “Otros efectos negativos son el aislamiento del niño con relación a las personas de su entorno lo que impide su adecuado desarrollo social y emocional".
Fuente: Juguetesb2b