El mercado se enfoca cada vez más en el comercio online. En Argentina, el 80% de la población es usuaria de internet. De acuerdo a la Cámara Argentina de Comercio Electrónico durante el 2017 el ecommerce facturó 3 veces más que los shoppings ($156.300 millones contra $61.274 millones).
Esto puede explicarse, debido a que la comodidad es clave para el usuario y la posibilidad de vender las 24 hs un gran atractivo para los comerciantes.
Y como toda tendencia en alza nadie quiere quedarse afuera, sin importar si esto se ajusta actualmente a su negocio. El resultado son carritos de compra estándares, sin planificación, seguimiento ni ventas que sólo generan una imagen de dejadez y abandono por parte de la empresa.
Por eso te invitamos a que te plantees estas 3 preguntas básicas antes de salir corriendo a desarrollar un ecommerce:
En este punto hay varios aspectos que tenemos debemos analizar:
Tipo de producto/servicio que vendo: si es necesario realizar una venta consultiva, donde se comienza por una asesoría para adecuar el producto/servicio a las necesidades del cliente, quizás convenga desarrollar un catálogo que en lugar de terminar en una compra, lleve a una consulta.
Qué tipo de clientes tengo: principalmente en negocios B2B hay que realizar un análisis profundo de las formas de compra, de pago, si manejamos cuentas corrientes, descuentos especiales, etc. Aquí, como en el caso anterior, el ecommerce puede no ser la mejor opción.
Esta suele ser la GRAN PREGUNTA A RESOLVER. Cómo siempre dentro de cada opción tenemos ventajas y desventajas:
Aunque muchos piensan el ecommerce como un paso en donde la empresa se automatiza, ya que el cliente realiza la compra por sí mismo, donde sólo tienen que chequear las ventas y preparar los envíos día a día. La realidad es que un carrito de compras demanda mucha: planificación, seguimiento y análisis. Alguien debe cargar los productos, responder las consultas, actualizar los precios y el stock, coordinar los envíos, etc.
Por eso, al momento de implementar una carrito de compras se debe determinar claramente quién será responsable y qué habilidades/conocimientos debe tener.
Autor: Veronica Previale
Fuente: Rhetoriké