26 de Diciembre de 2019 | Marketing

La realidad que se esconde tras los niños «youtubers» y sus polémicos vídeos «unboxing» de juguetes

Detrás de estos negocios redondos protagonizados por menores, se encuentran los progenitores. Sin embargo, los expertos se están posicionando ya en contra de estas prácticas. Tal es su exposición en internet que reclaman un nuevo marco que garantice «la protección de sus derechos en el entorno digital»

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¿Conoces a Ryan Kaji? Tiene 8 años y le encantan los juguetes, como a cualquier niño. Quizás por esta descripción no te sorprenda pero la realidad es que detrás de este inofensivo pequeño se esconde Ryan's World (El Mundo de Ryan), el «youtuber» mejor pagado del año 2019.

 

El menor cuenta con un canal de Youtube en el que 23 millones de suscriptores ven en cada uno de sus vídeos cómo abre juguetes y juega con ellos. Todo un negocio que ha caracterizado a un nuevo sector cuyo auge empieza a ponerse en duda: los llamados « influencers».

 

Para los padres que estén aún despistados, vamos a empezar por el principio. Lo primero que deben saber es que Youtube levanta pasiones entre los pequeños. Según el estudio « Children and parents: Media use and attitudes report 2018» («Niños y padres: informe de uso y actitudes de los medios), elaborado por Ofcom (Oficina de Comunicaciones de Reino Unido»), Youtube se está convirtiendo en la plataforma de visualización preferida, con una creciente popularidad, especialmente entre los menores de 8 y 11 años. 

La realidad es que los niños de hoy no quieren la televisión. Youtube les permite elegir qué ver y cuándo. Al incrementarse esta personalización, los menores navegan muy fácilmente por el contenido dirigido que ofrece la plataforma.

 

En este sentido, los «influencers», «bloggers», «youtubers» o como quieran llamarse, se han convertido en una fuente clave porque generan el contenido que los niños demandan. Y entre ellos, destacan los «unboxing», es decir, el desempaquetado de un producto, el cual se muestra a cámara, se analiza y se prueba para enseñárselo al público, que lo acabará comprando.

 

Las marcas son conscientes de las demandas que tienen este tipo de vídeos, generándoles altos ingresos. Por ello, se ponen en contacto con personas como Ryan Kaji quien publicita este tipo de contenidos. Y decimos que se trata de publicidad porque las marcas pagan a los «influencers» por ello, aunque no lo digan. Se trata de un tipo muy común de publicidad encubierta que, como es lógico, tu hijo de 8 años no entiende, pero quiere el juguete que «Fulanito» ha enseñado en Youtube. Un negocio redondo.

 

Un negocio ya castigado

Lo que los menores desconocen es que el canal «Ryan's World» fue lanzado en 2015 por los padres del menor, cuando solo tenía 3 años. Originalmente se llamaba «Ryan ToysReview» e incluía tantos vídeos del niño abriendo paquetes de regalos y divirtiéndose con sus nuevos juguetes que la FTC (la Agencia Federal de Regulación Comercial de EE.UU.), salió en defensa de los consumidores porque el pequeño no informaba nunca en sus grabaciones que esos vídeos eran patrocinados: las marcas le pagaban por promocionar sus productos.

 

En España, según SocialBlade, la «youtuber» con mayor influencia es Alena, una niña a la que le siguen 651.000 personas en su canal de Youtube «Alena y Pasha España». También cuentan con un gran número de adeptos «Las Ratitas» (casi 18 millones de suscriptores), «MikelTube» (5 millones), «TeamNico» (2,8 millones) o «Los juguetes de Arantxa» (3,25 millones).

 

Detrás de estos negocios redondos protagonizados por menores se encuentran los progenitores, ya que son los padres los que abren dichos canales: en Youtube, si no tienes al menos 13 años, no puedes tener cuenta propia. Para unos, este tipo de negocios no son nada beneficiosos para los menores. Los señalados, sin embargo, opinan todo lo contrario.

 

Muestra de ello, por ejemplo, fue el enfrentamiento que tuvieron Save the Children y el exdefensor del Menor de la Comunidad de Madrid Javier Urra, contra «Las Ratitas»: pidieron a la Fiscalía de Menores de Barcelona iniciar una actuación «de oficio» por un vídeo en el que las dos menores se maquillaban porque «reproducen estereotipos de género».

 

El exdefensor del Menor, que es también psicólogo, recuerda a las familias que, con 8 años, los niños «tienen un pensamiento abstracto», es decir, no son conscientes del tipo de acciones que hacen.

 

Violación de sus derechos

El problema es que el «unboxing», ya sea de maquillaje, videojuegos, juguetes, etc. se ha convertido en un arma tan poderosa que hay quienes ya consideran que la utilización de estos menores en internet choca con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.

 

Para Pedro Hartung, abogado de Derechos Humanos y del Niño del Instituto Alana, organización brasileña que vela por la infancia, en un mundo hiperconectado, en el que «los niños están masivamente en internet», es una prioridad «encontrar formas de garantizar la protección de sus derechos también en el entorno digital».

 

Por ello, la entidad acaba de enviar un nuevo documento que complemente al actual pero enfocado exclusivamente en ese nuevo entorno. Por ejemplo, contempla que «no se puede explotar ni monetizar económicamente los datos personales del niño».

 

Pero el informe va más allá. También contempla un apartado exclusivo a la «Regulación de la publicidad dirigida a niños para niños en entornos digitales», en el que especifica que los vídeos de «unboxing» son una forma con la que los anunciantes se acercan a los niños debido a su presencia masiva en la Red.

 

Recopilación de datos personales

«La publicidad infantil viola los derechos del niño al aprovechar su hipervulnerabilidad para inculcarles valores de consumo. En este sentido, sugerimos que se recomiende que las empresas anunciantes cumplan con su responsabilidad de promover los derechos del niño, garantizando un entorno digital libre de publicidad infantil. Además, el documento debe exigir a los estados que regulen y supervisen a las empresas para frenar las prácticas abusivas y de explotación hacia los niños»,

 

Con respecto a la recopilación de información y datos personales de los niños, el Instituto Alana reclama que sean comprensibles, y alude a los estados en dicha responsabilidad. «Sin un control adecuado por parte de las autoridades y una comprensión amplia de cómo funciona la recopilación de datos y para qué sirve, las familias se quedan solas para salvaguardar los derechos de este grupo vulnerable, lo que perjudica el principio de responsabilidad compartida entre la familia, la sociedad y Estado. Además, es importante que los estados también garanticen que no se recopilarán datos sobre niños para la explotación comercial y la microsegmentación de la publicidad infantil».

 

No hay que olvidar que, desde septiembre, Google, la empresa matriz de Youtube, acordó pagar una multa de 170 millones de dólares después de que la FTC lo acusara de recopilar datos personales de niños usuarios de Youtube sin autorización.

Las ratitas en uno de susu videos en Youtube

Menores denunciados por publicidad encubierta

El Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) ha reportado este mes de diciembre a Youtube 59 vídeos de «youtubers», que tienen 42,8 millones de visualizaciones, que hacen publicidad encubierta dirigida a niños y adolescentes.

 

El CAC ha instado a Youtube a «informar claramente» a los usuarios cuando los programas o los vídeos generados por los usuarios contengan comunicaciones comerciales, como prevé la directiva europea, y lo ha puesto en conocimiento de la Agencia Catalana de Consumo (ACC).

 

Los vídeos reportados por el CAC corresponden a 15 canales de Youtube protagonizados por niños de menos de 12 años (60%) y adolescentes (20%) o niños y adolescentes juntos (20%), que promocionan o hacen publicidad de hasta 189 productos, servicios o marcas diferentes.

 

Los vídeos con más visualizaciones corresponden a los canales MikelTube, TeamNico, DivertiGuay, Pino, LeoTube, The Crazy Haacks, Las Aventuras de Dani y Evan o Las Ratitas.

 

Entre los productos publicitados destacan los juguetes, el «merchandishing» del propio youtuber, los artículos de moda y las consolas y los videojuegos.

 

Los vídeos presentan a un youtuber o más haciendo uso de un producto --jugando principalmente--, que acompaña con expresiones de alegría y un discurso complaciente reiterado y explícito.

 

El presidente del CAC, Roger Loppacher, ha alertado de que estos contenidos tienen un alto número de visualizaciones: «Los niños son objeto de acciones publicitarias muy frecuentes y de una intensidad muy elevada sin ser, en la mayoría de casos, del todo conscientes».

 

Loppacher ha dicho que estos videos «hacen claramente publicidad» y ve necesario que cumplan la normativa sobre las comunicaciones comerciales.

Fuente:https://www.abc.es/familia/padres-hijos/abci-realidad-esconde-tras-ninos-youtubers-y-polemicos-videos-unboxing-juguetes-201912230117_noticia.html

El menor cuenta con un canal de Youtube en el que 23 millones de suscriptores ven en cada uno de sus vídeos cómo abre juguetes y juega con ellos. Todo un negocio que ha caracterizado a un nuevo sector cuyo auge empieza a ponerse en duda: los llamados « influencers».

Para los padres que estén aún despistados, vamos a empezar por el principio. Lo primero que deben saber es que Youtube levanta pasiones entre los pequeños. Según el estudio « Children and parents: Media use and attitudes report 2018» («Niños y padres: informe de uso y actitudes de los medios), elaborado por Ofcom (Oficina de Comunicaciones de Reino Unido»), Youtube se está convirtiendo en la plataforma de visualización preferida, con una creciente popularidad, especialmente entre los menores de 8 y 11 años.

 

La realidad es que los niños de hoy no quieren la televisión. Youtube les permite elegir qué ver y cuándo. Al incrementarse esta personalización, los menores navegan muy fácilmente por el contenido dirigido que ofrece la plataforma.

En este sentido, los «influencers», «bloggers», «youtubers» o como quieran llamarse, se han convertido en una fuente clave porque generan el contenido que los niños demandan. Y entre ellos, destacan los «unboxing», es decir, el desempaquetado de un producto, el cual se muestra a cámara, se analiza y se prueba para enseñárselo al público, que lo acabará comprando.

Las marcas son conscientes de las demandas que tienen este tipo de vídeos, generándoles altos ingresos. Por ello, se ponen en contacto con personas como Ryan Kaji quien publicita este tipo de contenidos. Y decimos que se trata de publicidad porque las marcas pagan a los «influencers» por ello, aunque no lo digan. Se trata de un tipo muy común de publicidad encubierta que, como es lógico, tu hijo de 8 años no entiende, pero quiere el juguete que «Fulanito» ha enseñado en Youtube. Un negocio redondo.

Un negocio ya castigado

Lo que los menores desconocen es que el canal «Ryan's World» fue lanzado en 2015 por los padres del menor, cuando solo tenía 3 años. Originalmente se llamaba «Ryan ToysReview» e incluía tantos vídeos del niño abriendo paquetes de regalos y divirtiéndose con sus nuevos juguetes que la FTC (la Agencia Federal de Regulación Comercial de EE.UU.), salió en defensa de los consumidores porque el pequeño no informaba nunca en sus grabaciones que esos vídeos eran patrocinados: las marcas le pagaban por promocionar sus productos.

En España, según SocialBlade, la «youtuber» con mayor influencia es Alena, una niña a la que le siguen 651.000 personas en su canal de Youtube «Alena y Pasha España». También cuentan con un gran número de adeptos «Las Ratitas» (casi 18 millones de suscriptores), «MikelTube» (5 millones), «TeamNico» (2,8 millones) o «Los juguetes de Arantxa» (3,25 millones).

Detrás de estos negocios redondos protagonizados por menores se encuentran los progenitores, ya que son los padres los que abren dichos canales: en Youtube, si no tienes al menos 13 años, no puedes tener cuenta propia. Para unos, este tipo de negocios no son nada beneficiosos para los menores. Los señalados, sin embargo, opinan todo lo contrario.

Muestra de ello, por ejemplo, fue el enfrentamiento que tuvieron Save the Children y el exdefensor del Menor de la Comunidad de Madrid Javier Urra, contra «Las Ratitas»: pidieron a la Fiscalía de Menores de Barcelona iniciar una actuación «de oficio» por un vídeo en el que las dos menores se maquillaban porque «reproducen estereotipos de género».

El exdefensor del Menor, que es también psicólogo, recuerda a las familias que, con 8 años, los niños «tienen un pensamiento abstracto», es decir, no son conscientes del tipo de acciones que hacen.

Violación de sus derechos

El problema es que el «unboxing», ya sea de maquillaje, videojuegos, juguetes, etc. se ha convertido en un arma tan poderosa que hay quienes ya consideran que la utilización de estos menores en internet choca con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.

Para Pedro Hartung, abogado de Derechos Humanos y del Niño del Instituto Alana, organización brasileña que vela por la infancia, en un mundo hiperconectado, en el que «los niños están masivamente en internet», es una prioridad «encontrar formas de garantizar la protección de sus derechos también en el entorno digital».

Por ello, la entidad acaba de enviar un nuevo documento que complemente al actual pero enfocado exclusivamente en ese nuevo entorno. Por ejemplo, contempla que «no se puede explotar ni monetizar económicamente los datos personales del niño».

Pero el informe va más allá. También contempla un apartado exclusivo a la «Regulación de la publicidad dirigida a niños para niños en entornos digitales», en el que especifica que los vídeos de «unboxing» son una forma con la que los anunciantes se acercan a los niños debido a su presencia masiva en la Red.

Recopilación de datos personales

«La publicidad infantil viola los derechos del niño al aprovechar su hipervulnerabilidad para inculcarles valores de consumo. En este sentido, sugerimos que se recomiende que las empresas anunciantes cumplan con su responsabilidad de promover los derechos del niño, garantizando un entorno digital libre de publicidad infantil. Además, el documento debe exigir a los estados que regulen y supervisen a las empresas para frenar las prácticas abusivas y de explotación hacia los niños»,

Con respecto a la recopilación de información y datos personales de los niños, el Instituto Alana reclama que sean comprensibles, y alude a los estados en dicha responsabilidad. «Sin un control adecuado por parte de las autoridades y una comprensión amplia de cómo funciona la recopilación de datos y para qué sirve, las familias se quedan solas para salvaguardar los derechos de este grupo vulnerable, lo que perjudica el principio de responsabilidad compartida entre la familia, la sociedad y Estado. Además, es importante que los estados también garanticen que no se recopilarán datos sobre niños para la explotación comercial y la microsegmentación de la publicidad infantil».

No hay que olvidar que, desde septiembre, Google, la empresa matriz de Youtube, acordó pagar una multa de 170 millones de dólares después de que la FTC lo acusara de recopilar datos pers

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