¿Ser o parecer? Ambos, sin duda alguna. La imagen es percepción, se asocia al uso y al valor del producto, y esta percepción supone un filtro para la recompra, para la fidelización.
¿Ser o parecer? Ambos, sin duda alguna. La imagen es percepción, se asocia al uso y al valor del producto, y esta percepción supone un filtro para la recompra, para la fidelización.
Esta percepción ocupa un espacio en la memoria del consumidor. Y para profundizar en la memoria debemos saber dónde viven y funcionan las marcas: en la memoria social. De ello nos habla Joan Costa.
La función última de las marcas, es estabilizarse en la memoria de un mercado e influir en los actos de compra y en la fidelidad del consumidor. Eso es una realidad, y para trabajar sobre ella tenemos que adoptar una serie de estrategias de comunicación:
1. Notoriedad
2. Diferenciación
3. Empatía
4. Satisfacción
La promesa de valor es un compromiso de la marca con el producto y con el consumidor. La satisfacción es su objetivo, y la podemos basar en cuatro argumentos: Competencia y confianza, cualidades diferenciales, credibilidad y comunicación.
Fuente: puromarketing.com