El presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), Miguel Faraoni, anticipó que el sector espera un incremento del 10% en las ventas de Navidad y Día de Reyes, en relación con el volumen comercializado el año pasado. Además, habrá mayor variedad como consecuencia de un aumento en las importaciones y de la producción nacional.
R“Nuestro sector comienza a trabajar con fuerza después del 8 de diciembre, en un período de demanda ascendente que se extiende hasta el Día de Reyes. Más allá de alguna turbulencia, están dadas todas las condiciones para que tengamos ventas entre un 8 o 10% mejores a las del año pasado”, proyectó Faraoni.
Si por el lado de la demanda las expectativas son favorables, por el lado de la oferta los empresarios destacan la gran cantidad de productos existentes, tanto en volumen como en diversidad.
De acuerdo a datos privados, durante los primeros diez meses del corriente año, el volumen físico de las importaciones creció más del 6% en relación con el mismo período del año pasado. Asimismo, en lo que respecta a la producción nacional, los datos preliminares del sector aseguran que esta se incrementó entre un 10 y 15% en relación al año pasado.
“Este año la variedad de juguetes es muchísima. La industria nacional ofrece más de 10 mil productos de distintas fábricas para afrontar la demanda de las fiestas navideñas, uno de los períodos de mayor pico de venta junto al Día del Niño”, indicó el directivo.
Como el resto del tejido industrial, el sector del juguete sufrió en gran medida la apertura comercial indiscriminada de los años noventa. A tal punto fue así que a fines de 2001 los productores locales tenían una participación de apenas el 10% del mercado doméstico, cediendo el resto a la importación, generalmente proveniente de China.
No obstante, desde 2003 la participación de los fabricantes nacionales se viene incrementando en forma sostenida. Ya en el año 2006 era del 27%, tres años más tarde trepó al 35%, y en la actualidad –según datos preliminares de la CAIJ– se ubica en torno al 37 por ciento. Es decir, uno de cada tres juguetes que se venden en el país es producido por la industria local. La expectativa es llegar al 50% de participación a fines de 2012.
Uno de los factores que contribuyó al dinamismo de la industria local de juguetes tiene que ver con la regulación sobre la importación. Actualmente existen Licencias No Automáticas sobre alrededor de 20 posiciones arancelarias que alcanzan a todos los juguetes que se fabrican en el país.
“Más allá de que algunos quieran imponer la visión de la niña triste que no puede acceder a la Barbie por los controles a la importación, lo cierto es que sin instrumentos como las Licencias No Automáticas el sector no hubiese podido ganar participación, no se podría competir con China”, sostiene una fuente muy ligada al sector.
Bajo este paraguas, la cantidad de empresas nacionales que fabrican juguetes pasó de 35 a fines de la Convertibilidad a las 100 que existen en la actualidad, y que emplean, en forma directa, a 3500 personas. No obstante, de modo indirecto y a través de toda la cadena de valor, la cifra de puestos de trabajo se triplica. Además, el sector exporta a Uruguay, Brasil, Chile, México, Colombia y los Estados Unidos.
Si la regulación a la importación fue importante, la otra parte del crecimiento de la industria local se explica a partir del financiamiento barato destinado a modernizar la estructura productiva.
“Nosotros estamos percibiendo un incremento en la demanda de productos didácticos destinados para bebés, los padres de hoy se preocupan más por el tipo de juguetes que compran, se fijan para qué les va a servir, además de divertirlos”, explica Daniel Dimare, director de márketing de la empresa Rasti, fabricante de los tradicionales ladrillos para armar.
El año pasado, la compañía se benefició con un crédito de un millón de dólares pertenecientes a la línea de préstamos del Bicentenario.
“El objetivo fue la adquisición de un inmueble en Lomas del Mirador, provincia de Buenos Aires, donde instalar una nueva planta. Desde 2007 venimos invirtiendo en nuevas máquinas y tecnología, también a partir de créditos blandos del Banco Nación o mediante programas de subsidios”, agregó el directivo, cuya compañía diversificó su producción hasta incorporar incluso una línea de sonajeros. Además, logró capacitar a su personal jerárquico mediante los programas lanzados desde la Sepyme.
A pesar de la participación que ganaron los productores locales, un examen de los productos que más se venden en el país bien podría corresponderse con lo que la presidenta Cristina Fernández calificó como la “colonización cultural” a vencer, en tanto los productos con mayor demanda tienen su origen en el exterior, particularmente en el mundo anglosajón o asiático.
“Generalmente lo que más se vende son los personajes animados que se ponen de moda, como en su momento fueron Los Simpsons, Bob Esponja y Ben 10. Para ello se toma la licencia, y se los produce en el país”, concluyó Faraoni.
Fuente: diariouno.com.ar