El reciente lanzamiento del Angry Birds Space, la versión espacial del popular videojuego, colocó en la estratósfera a su desarrolladora Rovio: en apenas días pasó a liderar los ránkings de ventas de las tiendas de apps en todo el mundo.
El reciente lanzamiento del Angry Birds Space, la versión espacial del popular videojuego, colocó en la estratósfera a su desarrolladora Rovio: en apenas días pasó a liderar los ránkings de ventas de las tiendas de apps en todo el mundo.
Pero si bien el Angry Birds original fue un éxito viral (fue descargado cientos de millones de veces con un mínimo marketing), esta última actualización aterrizó con un bombardeo promocional más acorde a un éxito de Disney que a un app para aparatos móviles que sale sólo 99 centavos de dólar.
Warmart está promocionando los juguetes de Angry Birds en 3.000 de sus supermercados. National Geographic está publicando un libro educativo sobre los misterios del universo y Rovio hasta trabajó con la NASA, la agencia espacial estadounidense, para filmar un video promocional en la Estación Espacial Internacional.
Angry Birds encabeza un grupo de franquicias de juegos digitales que quieren competir con Mickey Mouse y Peppa Pig como marcas líderes para chicos, y no tan chicos.
Vemos el lanzamiento del Angry Birds Space como el estreno de una gran franquicia nueva de entretenimientos, aseguró Andrew Stalbow, gerente general de Rovio para América del Norte, donde se firmó la mayor cantidad de licencias.
Tras la estela que deja Angry Birds aparecen Moshi Monsters de Mind Candy, Farmville de Zynga, Cut the Rope, de Zeptolab, Minecraft de Mojang y Skylanders de Activision, muchos de los cuales estuvieron presentes en la Feria Internacional del Juguete que se realizó el mes pasado en Nueva York.
Elaine Hooper, encargada de la compra de juguetes para la tienda británica John Lewis, señaló: Lo que se destacó en la Feria este año fue la cantidad de juguetes relacionados a los apps y smartphones.
Angry Birds vendió 25 millones juguetes de peluche el año pasado y tuvo un exitoso juego de mesa con Mattel.
Alguien que haya dejado de jugar al Angry Birds y vea a una persona con una remera de los pajaritos o pase por una vidriera repleta de juguetes, bien podría recordar el videojuego y volver jugarlo, comentó Niklas Zennstrom, ex fundador de Skype que ahora encabeza Atomico Ventures, firma de inversión que respalda a Rovio. Eso es importante porque permite que la compañía de ser una desarrolladora de videojuegos pase a ser una franquicia de entretenimiento, explicó.El reciente lanzamiento del Angry Birds Space, la versión espacial del popular videojuego, colocó en la estratósfera a su desarrolladora Rovio: en apenas días pasó a liderar los ránkings de ventas de las tiendas de apps en todo el mundo.
Pero si bien el Angry Birds original fue un éxito viral (fue descargado cientos de millones de veces con un mínimo marketing), esta última actualización aterrizó con un bombardeo promocional más acorde a un éxito de Disney que a un app para aparatos móviles que sale sólo 99 centavos de dólar.
Warmart está promocionando los juguetes de Angry Birds en 3.000 de sus supermercados. National Geographic está publicando un libro educativo sobre los misterios del universo y Rovio hasta trabajó con la NASA, la agencia espacial estadounidense, para filmar un video promocional en la Estación Espacial Internacional.
Angry Birds encabeza un grupo de franquicias de juegos digitales que quieren competir con Mickey Mouse y Peppa Pig como marcas líderes para chicos, y no tan chicos.
Vemos el lanzamiento del Angry Birds Space como el estreno de una gran franquicia nueva de entretenimientos, aseguró Andrew Stalbow, gerente general de Rovio para América del Norte, donde se firmó la mayor cantidad de licencias.
Tras la estela que deja Angry Birds aparecen Moshi Monsters de Mind Candy, Farmville de Zynga, Cut the Rope, de Zeptolab, Minecraft de Mojang y Skylanders de Activision, muchos de los cuales estuvieron presentes en la Feria Internacional del Juguete que se realizó el mes pasado en Nueva York.
Elaine Hooper, encargada de la compra de juguetes para la tienda británica John Lewis, señaló: Lo que se destacó en la Feria este año fue la cantidad de juguetes relacionados a los apps y smartphones.
Angry Birds vendió 25 millones juguetes de peluche el año pasado y tuvo un exitoso juego de mesa con Mattel.
Alguien que haya dejado de jugar al Angry Birds y vea a una persona con una remera de los pajaritos o pase por una vidriera repleta de juguetes, bien podría recordar el videojuego y volver jugarlo, comentó Niklas Zennstrom, ex fundador de Skype que ahora encabeza Atomico Ventures, firma de inversión que respalda a Rovio. Eso es importante porque permite que la compañía de ser una desarrolladora de videojuegos pase a ser una franquicia de entretenimiento, explicó.
Fuente: Cronista.com