Según la nota del periodista Carlos Boyadjián publicada por el suplemento económico iEco de Clarín el pasado 13 de enero, a nivel local, la producción creció 20% mientras las ventas en el mercado interno aumentaron 11% con relación a 2011. Además encontrarás la visión de: la cadena líder de jugueterías, la Asociación de Importadores de Juguetes y la CAIJ.
Tal como ocurre en los últimos tiempos, 2012 volvió a ser un año de crecimiento para el sector juguetes, y de los muy buenos si se compara con el resto de los rubros industriales. Mientras el Estimador Mensual Industrial, que elabora el Indec, muestra una baja del 0,9% comparando once meses de 2012 con el año anterior, según la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) los fabricantes nacionales produjeron un 20% más que el año pasado y las ventas en los comercios del ramo crecieron entre 10 y 11%.
Mucho mejor le fue a Giro Didáctico, la cadena de jugueterías líder del país, que tuvo un salto en las ventas del 30%. Miguel Solá, CEO de Giro Didáctico y Compañía de Juguetes, dos firmas que en conjunto tienen 86 locales franquiciados, destaca que “el fuerte crecimiento en 2012 se explica porque las marcas están consolidadas, la gente ya las conoce y las toma como una buena opción al momento de comprar”.
Desde el sector industrial, Miguel Faraoni, titular de CAIJ, dice: “Cerramos un muy buen año en producción y ventas. Sabíamos que el Gobierno iba a frenar importaciones y nos preparamos para eso, con inversiones para aprovechar esa oportunidad”. Esto les permitió a los fabricantes locales capturar el 50% del mercado, una meta largamente buscada. “Las expectativas para 2013 son muy buenas”, señala Faraoni.
Hasta acá, panorama idílico. Pero hay que recordar que esta industria goza de varias medidas de protección por ser considerada un sector sensible debido a su rol en la creación de empleo. Pero también se la protege porque, junto a Brasil, son los dos únicos países de la región donde esta industria está relativamente desarrollada. No es poco si se considera que el 75% de todos los juguetes que se producen en el mundo se fabrican en China.
Desde 2005 rigen licencias de importación no automáticas para los juguetes y en 2008 se sumaron investigaciones antidumping a productos chinos y el análisis de valores criterio –precios de referencia para importar–. En 2012 llegaron las DJAI (Declaración Jurada Anticipada de Importaciones) que burocratizaron aún más la operatoria en el sector.
El resultado fue que el año pasado la importación de juguetes cayó abruptamente. Desde la Asociación Argentina de Empresas de Juguetes y Afines (AADEJA), entidad que nuclea a importadores y distribuidores, calculan que el ingreso de juguetes desde el exterior en once meses de 2012 se desplomó 38% en cantidades (kilos), frente al mismo período de 2011.
En la misma línea, un informe de abeceb.com asegura que entre enero y octubre del año pasado las importaciones bajaron un 14% (en dólares) frente al año anterior. La diferencia de caída entre cantidades y valores radica en que los precios por kilo de los bienes importados, en su gran mayoría chinos, aumentaron entre 15% y 20%, “mucho menos que la inflación en el país, pero mucho más que la inflación a nivel mundial”, sostiene Carlos Restaíno, director ejecutivo de AADEJA.
“Para 2013 las perspectivas son limitadas, en especial por las trabas para importar. No hay nadie en este sector que no importe algo, un producto terminado o insumos”, afirma Restaíno. Aclara que las empresas se han adaptado a las normas, pero las DJAI y otras medidas suponen “un incremento de las acciones necesarias para importar y generan mayores costos de operación”.
En un mercado del juguete que mueve US$400 a 500 millones anuales, Restaíno advierte que “no es un volumen muy grande; y además no crece, más bien está amesetado hace un tiempo”. Frente a esto aconseja “agrandar la torta”, algo compartido por los fabricantes. Faraoni subraya que “este año está previsto trabajar en joint ventures con empresas brasileñas para tener mayor asociatividad”. En esto ya incursionó Juguetes Rasti, asociado a Mattel, el mayor fabricante mundial, para vender sus juguetes en Colombia.
Daniel Dimare, director de Marketing y Comunicación Institucional de Rasti, reconoce que la política de restricción de importaciones “fue muy importante para el sector”, pero aclara que hay que dar un salto a través del diseño y la tecnología. “Para nosotros la clave es que no hacemos juguetes simples – commodities –, porque eso ya lo hacen los chinos”, razona.
Hasta ahora se protegió el mercado interno para que las empresas locales sobrevivan y se fortalezcan. Ahora la apuesta es invertir, fabricar juguetes con tecnología y valor agregado. “A la Argentina le faltan muchos años en términos de inversión para poder competir en el mercado de juguetes con alta tecnología. Es una cuestión de madurez de la industria, pero también de escala y estabilidad en las condiciones de la economía y el mercado”, remata Miguel Solá.
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