La filial británica de Toys 'R' Us ha anunciado que dejará de diferenciar sus juguetes por sexo, por lo que tanto en sus tiendas como en sus acciones de comunicación de marketing dejará de hacer referencia a juguetes "para niños" o "para niñas", y mostrará a ambos jugando con todo tipo de juguetes.
La empresa responde así a las acciones de Let Toys Be Toys ("Dejad que los juguetes sean juguetes"), una asociación de consumidores que trabaja para que las campañas del sectos no se dirijan específicamente a niños o a niñas. De hecho y gracias a las acciones este grupo, empresas como Tesco, Sainbury's y The Entertainer, entre otras, ya no indican en sus pasillos el sexo del público objetivo de los juguetes que venden.
Esta iniciativa viene unos meses después de que Top Toys, que opera como franquiciada de Toys 'R' Us en el norte de Europa, publicara un catálogo con los roles de niños y niñas intercambiados, incluyendo niños jugando con muñecas y niñas disparando pistolas.
No se trata de una imposición políticamente correcta: el juego evoluciona también con la sociedad mucho más de lo que nuestras ideas preconcebidas nos hacen creer. Por poner un ejemplo y dado el alto componente imitativo que tienen los juguetes, las cocinas están dejando de ser juguetes exclusivos de las niñas, ya que los niños también quieren jugar a cocinar, entre otros motivos porque cada vez son más los padres que se encargan de preparar la comida.
Otro ejemplo de estereotipo que impide que los niños jueguen como quieren: Playmobil fabricó un set de fútbol en el que los clicks deportistas eran figuras femeninas. Este set no se pudo comercializar en España porque, en este caso, la distribución no apostó por él, pensando que el fútbol es un juego de niños. Y eso a pesar de que, por ejemplo, las niñas cada vez están más interesadas en marcas típicamente dirigidas a los niños, como es el caso del deporte y de los superhéroes.
Como explicaba Inma Marín, fundadora de Marinva Juego y Educación, en el informe especial "El juguete, más que un regalo" (publicado en el número 203 de la revista Juguetes B2B ), “el juguete no tiene sexo, es decir no hay juguetes de niños y juguetes de niñas, cualquiera puede interesar independientemente del sexo del jugador o jugadora. El juego es libre y espontáneo”.
Obviamente, no se trata de obligar a un niño a jugar con un determinado juguete, sólo de no restringirle de entrada todas las opciones que tiene. Además de que para los profesionales del juguete, esta estrategia es claramente un error de visión. Como decía Emili Alsina, director de Ediciones Just, " ¿por qué renunciar a un 50% del mercado potencial?"
Fuente: Key4communications