Emprender y no morir en el intento. Encaminar nuestro sueño, cuidar que el mismo se concrete y crezca. Cuando comenzamos, la ilusión y el optimismo son fuerza impulsora, fuente de la capacidad de enfrentar adversidades y desafíos no siempre amigables. Pero soñar y apasionarnos no son garantía, por si misma, que arribemos a buen puerto. Que hacer para ser parte de los que sobreviven? Que tomar en cuenta? Aquí van algunas sugerencias:
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