Según Andrew Dobbie, director gerente de la consultora Gameplan Europe Ltd., “en estos momentos nos encontramos con más adquisiciones desastrosas que de éxito”.
Las marcas nacen y crecen con éxito a través de la empresa, pendientes del genio y la persistencia tenaz de sus fundadores. Después de la adquisición y privados de esta fuerza motriz dentro de una estructura corporativa, donde los vendedores gravitan en torno a la forma más fácil de vender, muchas de estas marcas no pueden sobrevivir, porque de hacerlo en un entorno altamente competitivo, necesitan energía y dedicación al más alto nivel de gestión. Alguien cuya supervivencia e ingresos son totalmente dependientes del éxito de una marca batallará sin tregua de una forma que no ocurre dentro de una estructura corporativa con empleados a sueldo.
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