Los emprendedores hablan a menudo acerca de la posibilidad de conseguir un cliente en términos de cacería (atrapar el elefante, cazar el oso, pescar el pez gordo). Conseguir un buen cliente significa más prestigio, mejores conexiones o hasta un mejor cheque. Sin embargo, que una buena parte de tus ingresos dependa de un cliente, te deja en una posición vulnerable, especialmente si has incorporado más personal o descuidado a tus otros clientes por satisfacer los caprichos del otro. “No importa qué tan tentador sea contar con un cliente como Amazon o Wal-mart, esos tratos eventualmente desaparecen”, nos afirma Kerry Sulkowicz, fundador de Boswell Group, una consultora con sede en New York City.
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