A partir de los cinco años ya influyen en el consumo familiar y exigen desde alimentos hasta qué ponerse; los marketineros, felices. En los canales infantiles, hay publicidades de productos para grandes porque condicionan los gustos de sus padres.
"¡Lloren, chicos lloren!", exclama un vendedor ambulante en la peatonal, tratando de despertar en los chicos la necesidad del producto que ofrece. El ambulante no sabe de estrategias de marketing, sin embargo, algo en su interior le dice que si el pequeño de 6 años le tira del pantalón a la madre y hace una rabieta, ésta terminará complaciéndolo. No en todos los casos, claro, pero el vendedor sabe que a veces funciona, entonces se arriesga. "¡Lloren, chicos lloren!", repite con más estridencia.
"Cada vez se adelantan más las decisiones de consumo, esto quiere decir que a partir de los 5 años los niños ya empiezan con la demanda de zapatos, el tipo de corte de pelo y la vestimenta", explica Susana Nuti, economista y directora de la Fundación Mercado.
En 2008, Kiddo’s (un estudio sobre temáticas infantiles y consumo) señaló que los niños tenían cada vez más influencia en el consumo familiar. Otro estudio aseguró que el 46% de las decisiones de qué se compra en el hogar las definían los niños y preadolescentes.
Esa tendencia en la actualidad no ha cambiado, sino que ha servido para que algunas empresas y especialistas en marketing aprovechen la influencia de los pequeños consumidores. Además, la televisión ha reforzado esta idea de independencia comercial. "Hoy en los programas para preadolescentes vemos chicos que van, vienen, hacen la suya, compran y no consultan", agrega la economista. "Hay edades que definen desde la ropa que quieren ponerse hasta determinados artículos electrónicos, como celulares, notebooks, equipos de audio, etcétera", indica. Claro que esto es más evidente en segmentos sociales de mayor nivel adquisitivo.
Esta es una de las razones por las cuales no es raro encontrar en canales infantiles publicidades de productos para adultos, como afeitadoras, mayonesas, cremas de belleza, entre otros. "Con estos productos funciona la frase que le repiten los chicos a los padres: ’vos tendrías que usarlo’. Intentan, de algunas manera, cambiar los hábitos de consumo. Los chicos pasan muchas horas frente a la TV, entonces, manejan más información", comenta Nuti.
En las góndolas
Los grandes almacenes también aprovecharon este segmento que ya mueve millones, ofreciendo cada vez más productos para niños y fortaleciendo la oferta en fechas clave.
"Cada vez se hace más hincapié en el Día del niño, el comienzo de clases, Día de brujas o cualquier efeméride que se pueda vincular con los chicos", comenta el director del departamento de marketing de una cadena de supermercados.
En las góndolas también funciona la asociación de productos y la decoración. "Algunos proveedores de golosinas se preocupan cada vez más en el armado de la decoración para ofrecer los productos infantiles, por ejemplo los huevos de Pascua", agrega el especialista. Se ven carteles, muñecos y hasta castillos de cartón gigantes que a los chicos le llama mucho la atención. "Sabemos que los padres van con los chicos y siempre compran algo para ellos", agrega.
Fuente y Foto: La Gaceta