El dinero no es todo. Ni compra la felicidad, ni los directivos de empresas consiguen evitar la fuga de talentos. En la actualidad existe un concepto de gran valor denominado Salario Emocional que consigue lo que a veces el dinero no puede comprar: la motivación.
La compensación monetaria ya no alcanza. Esto es lo que se están planteando las empresas para retener al personal y evitar la pérdida de talentos: ante la dificultad de reemplazarlos o el tiempo y costo que la empresa debe invertir en capacitarlos, cada vez más se recurre al salario emocional.
El salario emocional tiene que ver con la calidad de vida más que con los incentivos económicos.
El salario emocional, por lo tanto, es dar a sus empleados una vida óptima, en donde las dinámicas laborales se combinen perfectamente con su tiempo libre así como las relaciones familiares y sociales, que dependerá de las posibilidades que cada organización esté dispuesta a ofrecer a su personal.
En la actualidad, dentro de las opciones de flexibilidad que ofrecen las compañías, la cantidad de horas de
trabajo es lo más negociado, ya que el empleado busca obtener al menos alguna hora más para estar con su familia y no en la oficina. Esto está dado principalmente, como lo manifiesta Patricia Debeljuh, autora de la Gula de Buenas Prácticas de Empresas Familiarmente Responsables, ya que en los últimos 20 años en la Argentina creció la contribución económica de la mujer para poder sostener el hogar.
Lo que en un comienzo fue una moda para las empresas, el viernes flexible, hoy ya es una política para retener al personal que sea valorado.
El salario emocional entonces ayuda también a la empresa que lo otorga, ya que el empleado ante una similar propuesta económica de otra empresa, pondrá en la balanza los otros beneficios que le otorga su actual empleador.
Esta propuesta no sólo retiene empleados, sino que también atrae.
Las políticas más usadas son:
a) Flexibilidad Laboral (menos horas semanales).
b) Licencias especiales (superiores a los exigidos por la Leyes Laborales).
c) Días adicionales de vacaciones.
Esto nos está mostrando que existen empresas que acompañan a sus empleados con las necesidades actuales de la familia argentina, que es el tiempo en casa. Pero no olvidarse que esto también repercute positivamente en la empresa, ya que el empleado estará más satisfecho y más comprometido con la misma.
Fuente:
Por Lic. María Mercedes Barrero
Licenciada en Recursos Humanos
www.barrero-larroude.com.ar